sábado, 23 de agosto de 2008

Santa Claus Sí Existe (en Holanda)

by Gaby McK //colaboradora invitada

Gracias a un descuido de mi parte, me sucedió en vacaciones una anécdota que les quiero compartir. 

Este verano visité a Lucía, una de mis mejores amigas, en la ciudad holandesa de Leeuwarden.  Estuve ahí una semana.  Un día tomamos un autobús y un ferry para ir a Amland, una isla perteneciente a Holanda.  Bajando del ferry, rentamos unas bicicletas para movernos dentro de la Isla (tooooooooodos tienen bicicleta en Holanda) y después de algunas horas de pedaleo, comida y paseos yo me encontraba exhausta y le dije “por favor acerquémonos al ferry para regresar.”  En el momento de regresar las bicicletas, me doy cuenta que no sujeté correctamente mi bolsa de mano en la parte trasera de la bicicleta… y se había caído.  Mi bolsa, tirada en la calle, con mi monedero, mi iPod, cámara digital, medicinas.  Comencé a angustiarme muchísimo, y yo estaba tan cansada de todo el pedaleo que mi amiga regresó pedaleando en su bici a buscarla, pero ¿a dónde buscarla?  En el trayecto hubo un lugar donde casi caí de la bici, que sólo pude pensar que ahí se cayó  sin yo darme cuenta.

Después de unos minutos Lucía regresó… sin encontrar la bolsa.  “Tenemos que tomar el ferry de regreso, es el último y si no no podremos regresar a Leeuwarden.” Buscamos en el depto. de Lost and Found del Ferry… nada.  Yo estaba muy triste, y enojada, pensando que tenía que llamar a México, para cancelar las tarjetas de crédito.  Tomamos el ferry regresamos a Leeuwarden.

Lucía me decía “mañana hablamos a la policía, tal vez alguien la encontró y la llevó ahí”.  Yo sentía que me decía “tal vez Santa Claus sí existe”, que sólo quería que dejara de estar tan angustiada.  ¿Quién regresa una bolsa, cuando trae dinero y aparatos electrónicos, y tarjetas de crédito?

El novio de Lucía llamó al día siguiente a la oficina de policía de Amland.  “Una bolsa azul, con un iPod, una cámara digital, una cartera con identificaciones a nombre de Gabriela McKelligan…  Muy bien, gracias”…  Ahí estaba mi bolsa.  Alguien la encontró y la fue a dejar a la estación de policía, intacta.  Incluidos los 50 euros que tenía en mi monedero. 

En estos momentos de medallas de oro y sentimientos patrióticos, quisiera que también en México mi bolsa hubiera aparecido. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis respetos para esas personas tan honestas, que ademas se toman tiempo para hacer el bien.

Jaxx dijo...

Nos falta MUCHISIMO como sociedad para llegar a estos niveles de honestidad.
Empezando porque muy pocos se tomarían la molestia de llevarla a la estación de policia. Y segundo porque en la misma estación desaparecería.
A lo mucho te devolverían pasaporte e identificaciones.

Anónimo dijo...

Un lugar increible, Leeuwarden y Ameland tambien. Soy un mexicano estudiando en esta ciudad, y cada dia me sorprende mas su gente, su cultura... y el clima hahaha...