No tengo problema en confesarlo: en lo personal considero que U2 es la banda más grande del Planeta. Coldplay es la más talentosa y la que más potencial tiene. Y Keane es mi favorita.
Cuando Hope and Fears (2004) debutó en Inglaterra, la prensa no tardó en nombrarlos “Coldplay wannabe’s”. Cinco años después y con 3 grandiosos y exitosos álbums, el trío británico ya tiene su lugar en la industria y ahora a The Fray se le considera “Keane wannabe”. Si bien su carta de presentación era la originalidad de ser una banda donde sólo 2 instrumentos –piano y batería- eran utilizados; es su belleza en la instrumentación, lo emotivo de sus letras y la pasión de la voz de Tom Chaplin que pone a Keane junto a los grandes (en Inglaterra son extremadamente populares).
Y si sus discos son una delicia (Hopes and Fears es el romántico, Under the Iron Sea es el alternativo y Perfect Symmetry el fun pop ochentero), verlos en vivo es toda una experiencia. Keane es de esas selectas bandas (al igual que U2 o Depeche Mode) en las que sus canciones suenan mucho mejor en concierto que en la versión de estudio… lo cual pude reafirmar el pasado sábado en la Arena Monterrey.
A diferencia de la gira pasada en la ciudad [2007] donde todo el mood era blanco y negro, el Perfect Symmetry Tour destaca por lo colorido del escenario, las luces neon, la pantalla y hasta la vestimenta. Otros cambios notables es que ahora los acompaña Jesse Quin (bajo)–el cuarto integrante- en el escenario. Tom Chaplin también estrena guitarra eléctrica en “The Lover’s are Losing”, “Spiralling” y “Again and Again” (todas del más reciente disco). También fue diferente porque en el 2009 tocaron 2 covers: “Early Winter” de Gwen Stefani (que es de la autoria de Keane) y casi al final de la velada se aventaron magistralmente el clásico de Queen “Under Presure” (Freddie Mercury debe sentirse orgulloso).
Otros aspectos no cambiaron: tocaron el mismo número de rolas (19) y también cerraron con la épica “Bedshaped”. Al igual que en el 2007, el recinto no estaba lleno a su máxima capacidad (yo diría que como un 80%). Pero sobre todo lo que no cambió fue la entrega total, tanto de la banda como del público. Los que estuvieron ahí (Lucy Liu, Eliseo, primos de Eliseo) no me dejarán mentir, pocas veces se ve esa humildad y entrega de un artista de talla internacional en Monterrey (de acuerdo al El Norte el vocalista de la agrupación dejó tierras aztecas completamente afónico). Amazing.
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