Una vez más, en febrero mes del amor y la amistad, la legendaria banda británica vino a Monterrey a complacernos con un mega concierto…¿y porqué mega concierto? Porque se lanzaron en plan grande al estadio de la Uni donde aproximadamente 28,500 voces se unieron a gritar y cantar los temas más clásicos e importantes de la banda.
Bruce Dickinson (frontman y vocalista) se dirigió al público mexicano al filo de las 9:05 de la noche, una vez que pasaron en dos pantallas gigantescas el ya conocido intro de Transilvania y el speech de Winston Churchill para conectarlo con “Aces High”! En un escenario idéntico en diseño al que presentaron hace 1 año en la Arena Monterrey, pero 10 veces más grande, la banda tocó a la perfección temas de antaño como “2 Minutes to Midnight”, “The Trooper” y “Phantom of the Opera”….
Dickinson, saludó al público y con una potente y sonora voz recordó su pasada visita y prosiguió con la épica “Children of the Damn” y la poderosa “Powerslave”…un concierto lleno de expectativas y de fuegos artificiales mantenían al público encendido y bastó que tocaran “Run to the Hills” y “Fear of the Dark” para que la gente entonara los coros…
Sin embargo la noche apenas se ponía buena, porque al llevar una hora de concierto, Steve Harris y su poderoso bajo iniciaron la obra maestra “Hallowed be thy Name” y con eso arrancó la segunda parte del concierto donde el nivel de volumen y rapidez de las liras prendían a la raza…
El olor a marihuana en la cancha, cerveza y demás, hizo que fuera un concierto de antaño y “Wasted Years”, “Wrathchild” e “Iron Maiden” fueron bastante coreadas. Y para cerrar con esta última canción, sacaron una proverbial estatua de esfinge de más de 4 metros, que en donde al final de la canción apareció su majestad y mascota del grupo Mr. Eddie momificado… al final tuvo el detalle de que le explotaran cuetes dentro de sus ojos, haciéndolo más espectacular…
Nicko McBrain no pudo estar más espectacular en la portería de los tambores, mintiendo el tiempo y la cuadratura en cada canción. Ya como Encore regresó la banda con “The Number of the Beast”, en donde apareció una chivo con cuernos de diablo y pensé que ahora sí nos iba a cargar todo el payasín. “The Evil that Men Do” trajo de nuevo a un Eddie de más de 3 mts. –futurista- con pistola láser en mano y “Sanctuary” cerró la noche…
Iron regresó en el tiempo (haciendo honor al nombre del tour) como había prometido el año pasado…regresó con una escenografía más grande y espectacular y digna de alabarse…creo sin temor a equivocarme que las 28,500 personas que se dieron cita dan muestra que esta es una de las grandes bandas que quedan en el mundo del metal y porqué no, de la música. Gracias Iron por volver a visitarnos, esperamos no sea la última. merri
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