Recuerdo la primera vez que tuve al PSP original en mis manos (en marzo del 2005), era uno de esos gadgets que parecía que había sido diseñado y fabricado en el futuro. Comenzando por la gigantesca pantalla, continuando por el lujoso acabado ‘piano’ y rematando con los impresionantes disquitos UMD. Por el amor de dios, el PSP podía reproducir gráficas 3D del PS2, tocar música en MP3 almacenada en la Memory Stick, navegar en Internet mediante Wi-Fi y hasta existía un catálogo de películas con calidad de DVD. El iPod y el Nintendo DS estaban destinados a una muerta lenta, agonizante, pero segura… en un universo alterno.
Si bien el PSP no ha sido un fracaso à la Virtual Boy, tampoco ha revolucionado a la industria y sus ventas han sido relativamente moderadas. Al día de hoy Sony ha colocado en el mundo 55 millones de unidades de su consola portátil; Nintendo lleva 110 y Apple 220. ¿Porqué? Bueno, una cosa es prometer muchas funciones y otra cosa es llevarlas a cabo satisfactoriamente.
El catálogo de títulos del PSP ofrece juegos muy completos y gráficas muy avanzadas, pero a los diseñadores de la consola se les olvidó agregar una segunda palanca analógica, lo que significa frustración (y mareos) asegurados en todos los juegos en primera persona. En el PSP puedes tocar música, pero es un pain in the ass el proceso de sincronización con la PC y los formatos que acepta los puedes contar con una mano. ¿Internet? El navegador web es extremadamente lento y arcaico (para ir a un sitio debes teclear http://… en el peor teclado de la historia). Las películas en UMD costaban más que un Blu-Ray (ya han sido descontinuadas). Pero sobre todo, el PSP nunca ha sido una consola realmente ‘portable’.
A casi 5 años de su debut y después de 3 actualizaciones menores, hoy sale al mercado la totalmente rediseñada consola de Sony llamada PSPgo. El go tiene las mismas capacidades técnicas que el PSP actual (que no será descontinuado), pero estrena una carcasa tipo ‘slider’ mucho más pequeña y liviana (la pantalla también es ligeramente más pequeña) que se asimila en tamaño a un iPhone.
¿Cómo diablos los ingenieros en Sony lograron esa proeza? Sencillo: eliminaron el lector de discos UMD. Así es, el PSPgo busca copiar el enfoque de la App Store en la cual los juegos deben descargarse de la tienda virtual de Sony y serán almacenados en su memoria interna de 16GB. ¿Y qué pasa con todos los UMD originales que ya poseo? A venderlos en eBay porque simple y sencillamente es imposible que el go los pueda leer. Con el PSPgo tienes que empezar de cero, lo cual me parece simplemente ridículo… es como si al comprar un iPod nuevo tengas que desechar toda tu biblioteca musical.
Los demás puntos irritantes se mantienen: le sigue faltando una segunda palanca, la pantalla no es sensible al tacto, el navegador web es nefasto, subirle música no es fácil y el rendimiento de la batería no es sobresaliente. Los juegos a la venta en la Tienda Virtual de Sony cuestan lo mismo o más que las versiones físicas en UMD (adiós al mercado de juegos usados/regalados/prestados/intercambiados). Ah, y el PSPgo cuesta 250 dólares ($4,800 pesos en Sony México). Sí, 50 dólares menos que un nuevo y flamante PS3; y $80 más que la versión regular del PSP.
Gracias, pero esperaré al PSP 2.